Posturas de yoga: la postura del triángulo extendido
La postura del triángulo extendido, también llamada utthita trikonasana en sánscrito, es una de las posturas básicas en posición de pie. Para realizar esta asana, debes partir de la postura de la montaña. Separa las piernas a un metro de distancia aproximadamente y extiende los brazos hacia los lados, de manera que estén paralelos al suelo. Las palmas de las manos deben mirar hacia abajo. Ahora, gira el pie derecho hacia el exterior, formando un ángulo de 90º. El pie izquierdo debe girar hacia dentro, pero esta vez formando un ángulo de unos 30º. Es importante que los talones estén alineados. Una buena postura, en este caso la postura del triángulo extendido, equivale a una buena práctica de yoga.
Cuando tengas las bases de la postura construidas, haz presión en el muslo, girando el derecho hacia fuera. Comienza girando el volante de la cadera desde el centro hacia la pierna derecha. Para evitar el desequilibro, no olvides repartir el peso del cuerpo entre ambas piernas, el talón izquierdo también debe tener presión. Ahora, gira el cuerpo hacia la izquierda y asegúrate de extender y estirar ambos lados del cuerpo. No dejes que la espalda se curve, trata de alargar el sacro hacia el talón. La mano derecha debe tocar el tobillo o la parte inferior de la pierna y el brazo izquierdo debe extenderse hacia arriba, sin perder en ningún momento la perpendicular. La cabeza debe mirar al frente o ligeramente hacia la izquierda. Si no estás seguro de hacerlo bien, mantenla recta para evitar lesiones.
La postura del triángulo extendido permite la expansión del pecho y los hombros y aumenta la movilidad de las articulaciones de la cadera y del cuello. Es un ejercicio muy beneficioso para estirar los músculos del cuerpo, a la vez que los fortalece y los tonifica. Eso sí: hay que tomar una serie de precauciones antes de realizar esta asana. Si se padece dolor de cuello, no debemos, bajo ningún concepto, girar la cabeza una vez hayamos entrado en la postura del triángulo extendido, sino que debemos mantenerla mirando al frente. Además, si sufrimos de dolor de espalda, hay que girar el pie hacia atrás ligeramente para limitar la fuerza y permitir que la cadera gire de una manera natural hacia el interior.